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¿Qué tiene que ver conmigo? por Teófila Gottfried
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Scripture of The Day - St. John 14:6
Jesus saith unto him, I am the way, the truth, and the life: no man cometh unto the Father, but by me.
Escritura del día - San Juan 14,6
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Bibelstelle des Tages - Johannes 14,6
Jesus spricht zu ihm: Ich bin der Weg und die Wahrheit und das Leben; niemand kommt zum Vater, denn durch mich!
¿Qué es la blasfemia contra el Espíritu Santo y el pecado imperdonable?
Para profundizar en el tema de la blasfemia contra el Espíritu Santo, por favor lea el artículo a continuación:
Los pasajes bíblicos de Mateo 12:22,24,31-32 y Marcos 3:28-30 se citan para definir la blasfemia contra el Espíritu Santo como el hecho de atribuir al poder satánico la obra del Espíritu de Dios. En Mateo leemos: "Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo:...Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero."
Sin embargo, no basta simplemente con decir que el pecado imperdonable es atribuir al poder demoníaco las obras del Espíritu Santo. En los pasajes de San Juan 7:20-21, 8:48-59, 1 Cor. 12:1-3, y Hechos 2:12-13, claramente vemos la gente atribuyendo a diablos las obras del Espíritu de Dios. Echemos un vistazo al pasaje de 1 Corintios 12:1-3 donde el apóstol Pablo dice: "No quiero, hermanos, que ignoren acerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo."
El porqué Pablo no mencionó el pecado imperdonable en el pasaje de Corintios
En el pasaje que acabamos de leer, nada se dice de la blasfemia contra el Espíritu Santo aunque la gente ignoraba acerca de los dones espirituales. Es importante entender que hablar en lenguas es uno de los dones del Espíritu. Fíjese en que Pablo les enseñó acerca de los ídolos mudos que los gentiles conocían. Los paganos estaban habituados a que los ídolos mudos, es decir, los demonios, hablaran a través de médiums y a veces les hacían hablar en lenguas. Es por esta razón que Pablo les recordó las creencias paganas que tenían antes de que fueran salvos.
Otra vez, dijo: "Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos." En el siguiente verso, Pablo dice, "Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu Santo...." Los gentiles estaban confundidos acerca de cómo distinguir las obras del reino de Satanás de los dones del Espíritu Santo. Si no tenían entendimiento, ¿no vamos a pensar que cometían el error de atribuir al poder del Espíritu el hablar en lenguas cuando en realidad el poder detrás del médium era satánico o vice versa?
Los creyentes Corintios eran ignorantes acerca de los dones (obras) del Espíritu Santo (1 Corintios 12:1) de modo que cuando decían cosas inadecuadas, no cometían el pecado imperdonable. La verdadera ignorancia conlleva inocencia hasta cierto punto. El apóstol Pablo dijo: "Habiendo sido yo antes BLASFEMO, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia" (1 Timoteo 1:13).
Los hombres a quienes Jesús advirtió del peligro de la blasfemia contra el Espíritu Santo no cometieron un error al decir que Cristo expulsaba demonios por el príncipe de los demonios. Sabían lo que decían. Por esto Jesús inmediatamente después de advertir acerca del pecado imperdonable, dijo: "...de la abundancia del corazón habla la boca" (Mateao 12:34). Esos hombres hablaron de la abundancia de un corazón lleno de hostilidad hacia la autoridad de Dios. Ahí está la diferencia. ¿Significa que esos hombres cometieron el pecado imperdonable? Solo Dios lo sabe. Pero, tenemos razones para creer que no lo hicieron.
Vemos que Cristo tomó el tiempo de explicar sobre el peligro de cometer el pecado imperdonable. Esos hombres probablemente no se dieron cuenta de lo peligroso que era el territorio que pisaban. Cristo dijo: "Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado" (San Juan 15:22).
¿Se ha detenido alguna vez para preguntarse por qué no hay perdón por la blasfemia contra el Espíritu Santo aunque si lo hay por la blasfemia contra Cristo? ¿Y, por qué nada se dice acerca de la blasfemia contra el Padre?
¿En qué es especial la blasfemia contra el Espíritu Santo?
Consideremos las siguentes verdades bíblicas para entender mejor la diferencia entre la blasfemia contra el Espíritu Santo y la blasfemia contra el Hijo del Hombre (Jesús).
1. Oramos al Padre en el nombre de Jesús (Mateo 6:9, San Juan 16:23). Pero no hay ninguna escritura que nos diga que oremos al Espíritu Santo.
2. Por el Espíritu Santo clamamos, "¡Abba, Padre!" (Romanos 8:15). No clamamos, "¡Espíritu Santo!" ni por el Padre ni por el Hijo.
3. Al Padre le pedimos el bautismo del Espíritu Santo (Lucas 11:13). No pedimos el bautismo del Espíritu al Espíritu.
4. En el principio el Padre era Dios, y el Hijo era el Verbo. Pero, en el principio el Espíritu Santo era el Espíritu Santo (San Juan 1:1). Por medio del Espíritu el creyente tiene una relación Padre-hijo/a con Dios y una relación Hermano-hermano o Hermano-hermana con el Verbo (Mateo 12:50). Pero no tenemos una relación familiar con el Espíritu Santo de la misma manera que tenemos una con las otras dos Personas de la Trinidad.
5. Dios es el Padre eterno cuando hablamos de su papel en la redención del hombre, pero es Dios cuando hablamos de su esencia divina (San Juan 1:1). El Verbo es el Hijo y nuestro Hermano cuando hablamos de su papel en la redención del hombre. Pero, es el Verbo cuando hablamos de su esencia divina (San Juan 1:1). El Espíritu Santo es el Espíritu Santo ya sea que se trate de su papel en la redención del hombre o de su esencia divina (San Juan 1:1).
El Espíritu está detrás de que Dios es el Padre del creyente (Romanos 8:15-16) y de que Jesús es el Hermano del creyente (Mateo 12:50). Por el Espíritu nos asemejamos más a Cristo. No dice la Biblia que por medio del Hijo o del Padre que nos asemejamos más al Espíritu Santo El Espíritu es el trono mismo de la Divinidad. Hablar de Él es hablar del trono del Señor, del gobierno del cielo, y de la esencia misma del gran Yo Soy. Por eso no hay perdón por la blasfemia contra el Espíritu Santo, lo cual es hablar mal del trono mismo del Todopoderoso.
Sátanas y los ángeles que se unieron a él para rebelarse contra Dios se conviertieron en rivales para el trono del Señor. Por eso nunca recibirán perdón ni salvación.
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